miércoles, 29 de junio de 2016

De "De la Carnicería" a "Del Maestro Puchades"

En el libro de fiestas de 2012 publiqué un artículo relacionado con la Plaza de la Carnicería de Jérica. Como vecino, tenía interés en saber el por qué de su nombre, pero las circunstancias me hicieron publicar el artículo de forma anónima.
Ahora lo publico para que todos aquellos que quieran y no compraron el libro, puedan consultarlo.
Espero que te guste

DEDE LA CARNICERÍAADEL MAESTRO PUCHADES

Era el 9 de mayo de 1255, Jaime I crea el Señorío de Jérica y se lo entrega a Teresa Gil de Vidaurre, con quien mantenía una relación sentimental, el cual sería heredad de ella y pasaría a los descendientes de ambos. La familia de los Jérica ostentaría el título y las propiedades del señorío, pero en caso de no sobrevivir nadie de este linaje, las posesiones pasarían al Rey de Valencia.
En 1369 moría Juan Alfonso de Jérica sin herederos. La propiedad del señorío, pues, pasaban al rey, cosa que los jericanos, al parecer, aceptaron de buen grado.
Pero el 4 de julio de 1431, el rey de Navarra, Juan II, hermano de Alfonso V el Magnánimo, vende, por 12.000 libras, la Villa de Jérica, entre otros lugares, a Francisco Zarzuela por los servicios prestados en la guerra contra Castilla. Los jericanos no aceptaron al nuevo señor, puesto que se consideraba la venta ilegal ya que su único señor debía ser el rey.
Esta venta marcó el devenir de la población durante mucho tiempo.
No fueron personas gratas para Jérica esta familia. Según da a entender Vayo, eran todo lo contrario: unos tiranos.
Y es Vayo quien nombra por primera vez la plaza. Exactamente en el capítulo 210 de su Historia de la Leal, Real y Coronada Villa de Jérica. Entre este capítulo y el 209 cuenta cómo se aprovechó la ausencia en la Villa de Francisco Zarzuela (nieto del primer Zarzuela) para que Juan de Añón hijo (enemigo de éste y defensor de las gentes jericanas y su causa) entrase en la población y la tomase sin encontrar resistencia, ni si quiera de los partidarios del Zarzuela.
Francisco, enterándose de ello, rápidamente partió desde Valencia, donde se encontraba. Juntó con su hermano Miguel, señor de El Toro, entre 300 y 400 hombres, y marcharon contra Añón. Tras varias semanas de asedio, Miguel aprovechó la noche para colarse con tropas en el castillo, Francisco esperó fuera. A la vez, atacaron la villa, el del castillo desde arriba, el otro entrando porla puerta de Teruel, la calle Mayor adelante. Arrasaron con todo: viviendas, lasala y casa de la dicha villay hasta la iglesia.
Vayo da a entender que hubo caos, terror, robos y actos depravados. Solo cuenta tres muertes, pero, quizás hubieron más, aunque mucha gente se escondió.
Una que describe es la de Pedro Talamantes, el cual estaba en la puerta de su casaen la plaça de la carniceria, lo hirió de estocada en el pecho y lo atravesó de parte a parte, lo degolló él mismo lavándose las manos y la cara con la sangre y lo colgaron de la columna de la ventana de lasala del consell.
No dice Vayo si el nombre ya existía cuando estos actos o, quizás, se debe a otros que ocurrieron antes o después. Como por ejemplo, la segunda parte de la venganza de los Zarzuela.
Cuenta Vayo que Francisco temía que, por sus actos, algunos jericanos pudiesen alzarse contra él y darle muerte. Para evitarlo y justificarse ante el rey,puso una acusación criminal contra nuestros mayores, que estaban sin culpa. Así que sentenció a muerte a los hombres que representaban una amenaza y confiscó sus bienes. ¿Quizás fuesen ahorcados o degollados en esta plaza?.
Hay que señalar que la Sala del Concejo, de la cual se ha hablado, según la tradición estaba en esta plaza. El portal de la muralla que todavía se conserva tiene así su nombre: Portal de la Sala. Aunque no sabemos, con certeza, si la Sala era algún edificio cercano o estaba en las estancias superiores. Por lo que es probable que las horcas de Jérica también estuviesen allí, y de ser así, no sería de extrañar que la gente la denominasePlaza de la Carniceríapor los actos tan sangrientos que allí debieron suceder en periodos de nuestra historia.
Otros actos más terribles aún para los jericanos fueron los acontecidos durante la época en que era posesión del Duque de Calabria.
En 1479, había vuelto a pertenecer a la Corona por orden de Fernándo el Católico, el cual, en 1480, ordenó que nunca más se separase de la Corona. Pero en 1518, tras la muerte del rey, los descendientes de los Zarzuela vendían sus derechos al Conde de Aranda, unos derechos inexistentes porque ya no eran de su propiedad. A pesar de ello, el Conde los revendió al Duque de Calabria, el cual tomó posesión de la villa en 1538 porque Carlos I se la había donado pese al privilegio otorgado por su abuelo a los jericanos. Los vecinos no estaban de acuerdo y buscaban la forma para que el rey reconociera a Jérica como suya. La rebeldía de la población disgustó tanto al duque que estableció en Viver su palacio para cuando estuviese por estas tierras, porque allí era más querido.
Una de las veces, harto de la situación y de la actitud contraria y rebelde a su estatus de señor de Jérica, tomó la población y la sometió por la fuerza. No queda claro que él estuviese presente o solo se lo ordenó a sus tropas. Cuatro hombres, representantes de los vecinos, lo que podríamos llamar el ayuntamiento de entonces, fueron pasados a garrote vil dentro de los muros del castillo. Luego, dice Ferrer y Julve, fueron llevadosa la plaza, y fueron expuestos sus cuerpos. ¿Qué plaza? ¿En la que se encontrabala sala?
Este capítulo de nuestra historia es el que más se cuenta, aunque con pocos detalles: Que el Duque de Calabria, ordenó matar a todos los del ayuntamiento de aquella época en un acto vil y sangriento, causando gran temor en la población. El hecho que partiera desde Viver, fue uno de los detonantes del histórico enfrentamiento entre ambas poblaciones, que, por fortuna, actualmente ya está siendo eso: historia.
Durante todo este tiempo, los jericanos no solo la conocían como Plaza de la Carnicería de formavulgar, si no también así estaba rotulada. Es decir, que era su nombre oficial.
Hasta 1931.
El 6 de junio de ese año, los concejales Honorio Gómez Guillén, José Marqués Capilla, Vicente Gómez Alegre y Ramiro Guillén Gómez, firman una moción al Ayuntamiento para que la plaza cambie su nombre.
En su escrito, proponen que se reconozca, a título póstumo, la labor que estuvo desempeñandoD. Ramón Puchades Cifre, Maestro que fue de esta Villa.
Lo justifican de la siguiente manera:
Persona de elevados vuelos intelectuales, de recia voluntad, de moralidad sin límites, hombre recto, justiciero, modelo de caballeros y padres, trabajador incansable, vivió en Jérica durante más de veinte años teniendo bajo su dirección a varias generaciones en tales condiciones que únicamente su temperamento de mártir era posible sostener, ya que solo, sin auxilio ni influenciado por nadie y en un local por todos conceptos antihigiénico e insalubre, allí, modeló los temperamentos de miles de ciudadanos que más tarde habían de constituir su mayor galardón ...
Consideraban, pues que había que reconocer su labor, desempeñada en condiciones nada favorables, donde sólo alguien, con gran vocación y dedicación, podría realizar, sin importar nada más que, como dice la moción,emancipar de la ignorancia y del vicio para que [los jericanos] pudieran dar el fruto apetecido en la sociedad y ser hombres sanos y robustos de inteligencia y de cuerpo.
Se pide que sea esa plaza la que lleve su nombre porquetodavía existe en dicho recinto el vetusto caserón testigo presencial de la labor ímproba desarrollada por aquel venerable maestro. Actualmente el número 8, originalmente de 1596, que fue Casa Consistorial. El colegio estuvo en la parte superior y tenía acceso por la calle de la Cambra. En 1931, el colegio ya se encontraba en la Calle del Río[1].
La plazafue en todo tiempo de la Carnicería y que hasta el 15 de Abril último venía figurando con el nombre de la primera personalidad del Estado derrocado, es decir, el nombre de Alfonso XIII, que fue derrocado la víspera, cuando se proclamó la Segunda República.
El 10 de junio se publica el Edicto del acuerdo tomado el día anterior, firmado por el Alcalde D. Braulio Hernández Campos, delegando a una comisión la tarea de llevar adelante la rotulación y los actos conmemorativos. Esta delegación estaba compuesta por los concejales anteriormente citados y los siguientes maestros y maestras: Blas Pont Cebolla, Antonio Benito Vinaixa, Atilano Martín Rueda, Amelia V. Gil Sorribes, Petra Pedro Zarzoso y Antonia González Cortazar. Era asistida por el Secretario Municipal D. Jesús Aliaga Gómez.
Se acordó realizar una serie de actividades, con participación de los niños del colegio, leyendo trabajos relacionados con el acto y cantando elhimno titulado del Maestro, entre otros.
A las 18:00 horas del 13 de julio de 1931, el Ayuntamiento, junto con otras entidades y personalidades de Jérica, se trasladaron hasta la plaza para proceder a la rotulación oficial, la actualPlaza del Maestro Puchades.


[1]    En 1927, el Ayuntamiento, a instancias del profesorado, pide que se hagan reparaciones en el edificio del colegio tanto en su tejado como en otras partes de fachadas y pisos. En el expediente se cita “y dar desagüe al agua de lluvia que recoge el patinillo recayente al convento, es decir al Socós. El nombre del Colegio no era Hnos Gil Sorribes, si no Navarro Reverter.

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